Por ello dedicamos
una tarde a practicar la paz creando un
ambiente en el que el trabajo cooperativo, la convivencia, el respeto fueran
nuestros maestros; y mediante juegos y talleres, descubrimos de nuevo, que
cuando colaboramos entre todos, compartimos y disfrutamos todos, nos divertimos
mucho más.
Terminamos nuestra
jornada con la oración de san Francisco “Instrumento de tu Paz”; y pidiéndole al Señor que nos ayudase, con
nuestros gestos de paz, a ser constructores del Reino.